Mi vida havía cambiado mucho ultimamente, obviamente para mejor. Victoria y yo rompimos, nada traumático, fué de mutuo acuerdo ya que la rutina havía podido con nosotros y ella aceptó un empleo en una universidad canadiense. Desde entonces no me havía vuelto a separar de Bella, aunque manteníamos nuestra relación en secreto puesto que ella era mi alumna y yo su profesor.. pasábamos todo el tiempo posible juntos, excepto cuando estábamos en clase, me resultaba gracioso cada vez que nos mirábamos o cuando yo recitaba algún fragmento de Romeo y Julieta y ella se sonrojaba, pues sabía que se lo estaba recitando para ella. Hoy sería un día especial, no se si ella lo recordaría, pero tal día como hoy, viviendo ambos en Forks, prometimos que siempre estaríamos juntos, aunque el destino nos separara, nos volveríamos a encontrar porque eramos almas gemelas.... y así ha sido!!! Así que le he dejado una nota entre sus libros antes de salir de clase, citandola en mi casa a las ocho... tenía muchas cosas que preparar.
Llegue a casa y comencé a prepararlo todo, la cena, las velas y la habitación... puse las sábanas de seda que me regaló mamá,que curioso que no las hubiese estrenado, y llene la cama de petalos de rosa, encendí velas por el suelo, alrededor de la cama y aceites perfumados... quería cuidar hasta el mínimo detalle.. hoy sería... nuestra noche especial. Puntual como siempre, Bella llamó a mi puerta a las ocho en punto... estaba bellísima con un vestido negro ajustado, largo hasta las rodillas dejando ver sus largas y estilizadas piernas.. las cuales parecían ser infinitas por los zapatos de tacón rojo que llevaba, el pelo semi recogido, con mechones que le caían sobre el restro sin maquillar por su puesto, su belleza no necesitaba añadidos artificiales.
-¿ocurre algo? ¿me he manchado el vestido?- dijo Bella observandose...-no, claro que no, sólo que.... estás tan hermosa que me he quedado sin palabras- reí al ver aparecer en ella el rubor, que poco le gustaban los alagos..-ven aqui..- le dije tomandola por la cintura y la besé, era un beso dulce, pero a la vez pasional...- deseaba hacer esto desde que has aparecido por clase esta mañana....- sí, yo también deseaba que lo hicieras..- fué lo único que le dejé decir...
Entre besos y abrazos comenzamos a dirigirnos hacia la habitación, estaba claro que ívamos a pasar de la cena... abrí la puerta y ella se quedó sin aliento- es precioso Edward, es exactamente como lo esperaba..- me dijo a la vez que ví aparecer un par de lágrimas sobre sus mejillas, eran lágrimas de felicidad. Me abrazó con fuerza y me condujo hasta el interior... comenzó a besarme suavemente por el cuello, desabrochando a la vez los botones de mi camisa, yo le alcé la cara, pues deseaba tener su boca en la mía, esta vez sí que desaté mi pasión en ese beso, la tomé por la cintura y la alcé en brazos, quería sentirla toda mía... quería amarla y que me amase... comenzó a desabrocharse el vestido, la detube, pues quería hacerlo yo mismo, recorriendo suavemente todo su hermoso cuerpo con mis manos y mi boca, besando cada rincón de su piel al tiempo que la desvestía... ella hizo lo mismo conmigo.. sus besos eran dulces, pero se notaban calientes sobre mi piel.. la deseaba tanto!!!! quedamos totalmente desnudos.. besándonos, acariciando cada parte, besando cada poro de nuestra piel,no quedó nungún rincón sin explorar aquella noche... Bella era mía, yo era suyo y nada ni nadie podría nunca cambiar eso. Nos tumbamos en la cama y cuándo ambos ya no podíamos aguantar la excitación... entré en ella, con suavidad.. con cuidado.. no quería ir con prisas ni lastimarla, quería disfrutar el momento, era nuestra primera vez juntos y tenía que ser perfecta... rápidamente acompasamos nuestros cuerpos, encajaban a la perfección, llevábamos el mismo ritmo, lento, disfrutando...sin dejar de besarnos, fuí aumentando el ritmo de las embestidas...- te amo Bella, eres el amor de mi vida... lo sé desde siempre y ya nunca nos vamos a separar- le susurré esas palabras al oído antes de llegar al extasis... un escalofrío recorrió todo mi cuerpo en aquel momento.. nos quedamos acostados, abrazados, yo no podía dejar de besarla, besos tiernos, de amor... la amaba tanto!!!- Te amo Edward, siempre te he amado, desde que eramos pequeños te he querido y sé que tú tambien eres el amor de mi vida- clabó su mirada en mi y yo la acerqué nuevamente para besarla... estábamos juntos, tal y como prometimos. Comencé a acariciar su espalda nuevamente, besando su cuello con dulzura mientras ella me daba pequeños mordiscos en la oreja que no hacían más que aumentar mi pasión y volvimos a bailar al son que marcaban nuestros deseos durante el resto de la noche.
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