El teléfono me despertó, me levanté de un salto y respondí.
-Sí?? -una voz al otro lado respondió...- Ooohh dios mio!!!! voy inmediatamente!!!!
Colge el auricular, a toda prisa me vestí y salí corriendo hacia el hospital. De camino compré unas flores para mi novia. Llegué al hospital y pregunté en recepción por la habitación de la señorita Rachel Geller, cuando llegué estaba vacía, dejé las flores encima de la mesa y salí a la sala de espera que había al lado de la sala de partos,donde estaba su madre Susan.
-Qué haces aquí Cullen???
-Hola Susan!! estoy esperando que nazca mi hijo, gracias por preguntar. -de inmediato algo sucedió... comenzaron a entrar médicos a la sala de partos, todo el mundo corría... yo salí al pasillo pero nadie me decía nada, las enfermeras me pedían que me sentara en la sala de espera y los médicos no me hacían ni el menor caso, algo malo le estaba pasando a Rachel, lo presentía. Al rato todo quedó en silencio, las enfermeras dejaron de correr y los médicos dejaron de entrar y salir de la sala de partos. A los pocos minutos salió una enfermera con un bebé en brazos...
-Familiares de Racher Geller???- Susan y yo nos acercamos -somos nosotros.
-Y ustedes son??- La enfermera nos miraba a ambos.
-Yo soy su madre, Susan Geller.. y él...-hizo una mueca cuando me miró...
-Yo soy el novio de Rachel y padre del bebé..-la enfermera asintió, miró al bebé y sonriendo dijo:
-Enhorabuena señor, le presento a su hijo... es muy lindo, felicidades.
Yo estaba atónito... en blanco... delante mio la enfermera sostenía a un bebé de apenas 5 minutos de vida que era mío, era mi hijo. En el preciso instante en que puse mis ojos en él, mi vida, después de 26 años tenía sentido. Yo había nacido para él, para cuidarle a él y juré que siempre iba a ser así.
-Puedo tomarlo en brazos??-miré fijamente a la enfermera, la cual me miró y negó con la cabeza.
-Lo lamento, pero ahora debo llevármelo a hacerle unos estudios y comprobar que todo está bien. Además ustedes tienen que hablar con el doctor urgentemente. Felicidades y lo lamento... cuando pueda ver al bebé se lo haremos saber.
Yo me quedé quieto, mirando a la enfermera alejarse con mi hijo en brazos, y entonces recordé lo que había dicho, el doctor quería hablar con nosotros... algo malo estaba pasando.... lo presentía.
Mientras esperaba al doctor me di cuenta de que Susan, la madre de Rachel, no había ni siquiera mirado a mi pequeño... estaba inmerso en ese pensamiento cuando apareció el doctor, con el semblante serio y mirando al suelo.
-Son ustedes los familiares de la señorita Geller??
-Sí doctor, ella es su madre Susan y yo soy su novio Edward, pasó algo doctor???
-Será mejor que se sienten...-yo comencé a ponerme nervioso, pero hice caso de su consejo y me senté.
-Y bien doctor??? como está Rachel???
-Señor Edward, señora Geller, lamento decirles que Rachel no lo ha superado... durante el parto sufrió un derrame cerebral y murió al instante. Lo lamento mucho, la autopsia nos dará más datos sobre su muerte, pero sospechamos que ella sabía que algo le pasaba, porque al entrar en la sala de partos nos dijo que, pasara lo que pasara, salváramos al bebé antes que a ella. Lo lamento mucho.
Si hace unos instantes era el hombre más feliz del mundo... ahora mismo me sentía el ser más miserable. Mi novia, hasta ahora mi único amor se había ido, me había dado el mayor regalo que una mujer le puede ofrecer a un hombre y no se había quedado para disfrutarlo conmigo. Instintivamente me levanté y caminé hacia el nido donde tenían a todos los bebés. Allí estaba él, tan hermoso y ajeno a todo lo que estaba sucediendo a su alrededor. En ese momento la enfermera me vió y me hizo una señal para que entrara.
-Lamento mucho lo ocurrido con su novia.
-Esta bien...-yo no dejaba de mirar a mi bebé- puedo tomarlo ahora en brazos?
La enfermera lo sacó de la cuna y lo depositó cuidadosamente en mis brazos, en el instante en que lo acuné entre mis brazos, él abrió los ojos y me miró... inmediatamente una lágrima resbaló por mi mejilla y recordé mi promesa
-Siempre voy a cuidar de ti... Kristopher Danyel Cullen.
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