Estaba muy emocionada, no podía dejar de llorar,las cosas que mi madre decía de mí,de cómo llegue a este mundo eran muy hermosas,siempre me lo habian relatado durante mi infancia pero lo habia olvidado gracias a esta carta habían muchas cosas que no recordaba y grácias a esta carta vinieron a mi mente.Recuerdos de tardes junto a la chimenea con mis padres contandome sobre sus andanzas de jovenes o de mi nacimiento.Cuándo me dispuse a guardar la carta dentro del sobre me fijé que en el interior del sobre había un pequeño papel,lo abrí,era de Charlie:
"Bella, hay algo para tí guardado en nuestro escondite secreto, asegurate que nádie te vea cuando lo mires"
Yo me quedé extrañada, Charlie había escondido algo en nuestro escondite secreto, un lugar que sólo conociamos él y yo.Me seque las lágrimas en mis mejillas y me levanté de la cama, me dirigí a mi armario,lo abrí, saqué la ropa del altillo y quité una madera suelta que había allí, ése era nuestro escondite secreto, nadie salvo Charlie y yo mirábamos ése sitio. Metí la mano en el hueco que había y saqué otro sobre en el cual se leía "Para Bella", me senté en mi cama de nuevo, abrí el sobre y comencé a leer:
"Para mi queridísima hija Isabella Marie Swan:
Bella cariño, no me queda mucho tiempo. Sólo quería que supieras que te he querido y te quiero más a que a nada en este mundo y pase lo que pase, yo te voy a cuidar desde el cielo, nunca vas a estar sola, Emily, Ángela y Paul van a cuidar de tí siempre y ten claro que nunca te va a faltar de nada.
A tí mi pequeña, te dejo nuestra casa en propiedad y libre de cargas, es decir, no vas a tener que pagar nada nunca. También te dejo como única propietária de nuestra cafetería Swan Café, tú tienes poder absoluto para hacer todo cuánto tú quieras y cuentas con el respaldo de Paul, Emily y Ángela que te van a ayudar y apoyar en todo cariño.
También quiero que sepas que, en nuestro escondite, hay un calcetín con dinero que tanto tu madre como yo hemos ido poniendo todos los meses hasta que nos hemos ido de tu lado, así que no tienes que preocuparte por nada, ya que hay dinero suficiente para pagar tus estudios universitarios.
Como ves tu viejo padre pensó en tí, en que no te faltara de nada. Sé feliz cariño, cuidate mucho y recuerda que tus padres desde el cielo te cuidan y te protegen. Te quiero mucho mi pequeña princesa.
Con cariño,Charlie Swan"
Las lágrimas volvieron a hacer acto de presencia en mis ojos, no podía creer que mi padre me hubiera echo semejante regalo, había pensado en todo y esto cambiaba mucho las cosas. Irina no tenía poder sobre mí ni sobre el café, no tenía poder sobre esta casa ya que era únicamente mía, pese a las lágrimas, una sonrisa cruzó mis rostro, tomé la foto de mis padres, la besé y les di las grácias por que, como decía en la carta, seguían cuidándome desde el cielo.
Me levanté y volví a meter la mano en el hueco del altillo donde estaba el calcetín con el dinero que me había dicho Charlie en la carta. Lo guardé, puse la madera y la ropa en el altillo, tomé mi chaqueta y salí de casa.Cuando salí me di cuenta que Edward estaba allí, con su coche sobre la calle esperándome, salió del auto yo comencé a correr y lo abracé.
-Vaya.. que sepas que pienso venir todos los dias a recogerte si siempre me recibes así- yo le miré, ambos reímos y le volví a abrazar mientras le daba un beso.
-Edward soy tán feliz.¿Te importa acompañarme a ver a mi abogado?-Pregunte timidamente.
-¿Qué pasó?-Me miró extrañado y asustado.
-Vamos, te cuento por el camino.
Él asintió, ambos subimos al coche y nos dirigimos al despacho de mi abogado.
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